"ME SIENTO TAN BIEN QUE SEGURO QUE ES MALO"

   esta es la frase que desencadeno en mi cerebro una revolucion  entre las pequeñas células grises, la oí cuando salía de un supermercado a una señora que se lo decía a su amiga. Se me corto la respiración, los ojos se me abrieron como platos y ese día una extraña sonrisa dibujaba mi cara. 

 Desde entonces esta frase se ha convertido en el metro para medir  sentimientos y creencias antes de creérmelo.

Entendí de sopetón  el significado de las palizas, las burlas, los insultos, los desprecios, el victimismo, el acoso, todos los tipos de violaciones que los infelices utilizan contra los que mantienen intacto el don de la dicha absoluta, la felicidad plena. 

Entendí que nacemos con el tesoro de la felicidad la bondad y la dicha pero esto parece que no son cualidades que favorezcan a la venta de productos, servicios e ideologías. 

Esto es muy evidente en la publicidad ¿ porque un producto determinado esta temporada ( cada vez mas pequeña) te va a hacer feliz, y un par de meses mas tarde es otro producto igual, que solo cambia el color ? 

Cuando estamos sentados en el suelo después de terminar la pequeña meditación, esa dicha invade todo el espacio al rededor, lo sentimos en cada átomo de nuestras células. Lo autentico es el estado de dicha, felicidad, depende de si se cree que la felicidad depende de algo o alguien externo a ti.

Otorgar a las ultimas tendencias el poder de hacernos mas felices es abonar la infelicidad necesaria para que sigamos consumiendo mas y mas.